lunes, 28 de julio de 2008
Los niños gordos no son felices...
UN NIÑO GORDO, ¿ES UN NIÑO SANO?
También es válida otra pregunta: un niño gordo, ¿es un niño feliz?
Ante estas dos interrogantes, lo primero que podemos señalar es que estos conceptos están pasados de moda y ahora los padres, aconsejados por el pediatra, tienen un rol primordial en la prevención de la obesidad de sus hijos.
La mayoría de los niños presenta una obesidad simple cuya causa es un desbalance entre sus requerimientos físicos y lo que come.
Son raros los casos de enfermedad secundaria debida a otra condición como hipotiroidismo, genopatía...
Un concepto importante, por el contrario, es que cada organismo tiene requerimientos diferentes, es decir, no todos los niños necesitan comer la misma cantidad. Desconocerlo, en algunos casos, puede fomentar la obesidad.
Otra premisa destacada es que no podemos medir nuestro cariño para con el niño por el estómago. No tanta alegría porque se lo comió todo, ni tampoco ofrecimiento de golosinas porque está llorando...
¿El incremento excesivo de peso puede ser consecuencia de una enfermedad?
Algunas lesiones del sistema nervioso central y ciertos problemas endocrinos, como, hipotiroidismo, pueden causar este síntoma. Lo mismo que el exceso de corticoides, bien sean éstos producidos por el organismo o tomados para combatir otra enfermedad.
El exceso de kilos en los niños es un problema importante, no sólo por sus consecuencias psíquicas, sino también porque los pequeños "rellenitos" pueden llegar a ser adultos obesos.
domingo, 27 de julio de 2008
A continuación algunas causas/consecuencias de por qué un menor puede adquirir una relación distorsionada con la comida.
- Algunos padres sobreprotectores alimentan en exceso a sus hijos como forma de demostrarles su amor y consolarlos en sus sentimientos, lo que provoca una idea deformada de la cantidad de alimentos que necesitan.
- La obsesión de los padres por estar continuamente vigilando que comen o dejan de comer sus hijos, siendo excesivamente estrictos en su alimentación puede provocar pueden provocar una rebeldía inconciente en el menor, manteniendo en su adolescencia una alimentación contraria a la que sus padres han intentado involucrarle.
- Utilizar la comida como premio o castigo crea en el menor una asociación entre algunos alimentos y emociones causando sensaciones de placer, ingiriendo comida poco sana para canalizar su malestar.
-Intentar que un menor ingiera la misma cantidad de un adulto en las comidas provoca que no haya una regulación de las señales internas del menor en cuanto a hambre – saciedad.
- La falta de tiempo y la economía puede hacer que muchos padres prefieran alimentos muy energéticos para que sus hijos lleven al colegio, provocando una distorsión en las calorías de la dieta diaria y construyendo malos hábitos alimenticios.
- Padres inactivos que el tiempo que deberían dedicar a moverse lo pasan en el auto o viendo televisión, educa niños sedentarios que no ven ningún beneficio a moverse.
Enseñando a Comer Sano...
La responsabilidad que tienen los padres de enseñar a comer sano a sus hijos, suele convertirse en una carrera cuesta arriba cuando los progenitores poseen malos hábitos alimentarios.
Responsabilidad de los padres respecto de la alimentación de sus hijos:
· No remplazar los alimentos que le corresponden por comida rápida o chatarra.
· Preocuparse de que no se salten los horarios de la comida.
· Incentivar la actividad física.
Conducta Alimentaria:
Sirva una cantidad moderada de comida y en plato pequeño.
- Coma siempre en el mismo lugar y sentado (comedor o cocina).
- Coma lento si es necesario. Haga una pausa entre plato y plato.
- No asocie otras actividades a la alimentación: TV, radio, lectura...
- No repita ningún plato por muy agradable que le pueda resultar.
- Intente dejar algo de comida en el plato.
- Concéntrese en lo que come: gusto, olor, sabor.
- No lleve fuente de comida a la mesa; sirva los platos en la cocina.
- Mantenga los alimentos "tentadores" guardados fuera de la vista.
Nuestra Realidad...
Acatándonos a la realidad de hoy en día, es muy frecuente ver a nuestros niños con algunos kilos demás, esta realidad se debe a que no estamos acostumbrados a comer sano ni a las horas que nos corresponden, además el estilo de vida que llevamos tan rápida, ajetreada, no nos permite dar cuenta de la hora y comemos lo mas rápido que encontramos.En este trabajo trataremos de reflejar los riesgos de la obesidad infantil sus consecuencias y algunas recomendaciones para considerar.
Cuando se considera a un niño obeso:
Se considera obeso a un niño cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.Los niños que comienzan con una obesidad entre los 6 meses y los 7 años de vida, el porcentaje de los que seguirán siendo obesos en la edad adulta es del 40%, mientras para los que comenzaron entre los 10 y 13 años, las probabilidades son de un 70%, porque la células que almacenan grasa (adipositos) se multiplican en esta etapa de la vida, por lo cual aumenta la posibilidad del niño de ser obeso en su adultez.